Las decisiones tecnológicas que se han tomado en torno al proyecto ha ido orientadas en función de los siguientes principios y valores.
Si bien el empleo de las TIG no está suficientemente extendido en el sector de la Cooperación al Desarrollo resulta evidente la importancia de la componente espacial en este tipo de proyectos. Parámetros como la distancia de la línea eléctrica al punto de bombeo, o las áreas de población sin abastecimiento son gestionados actualmente en la mayoría de intervenciones como datos alfanuméricos y analizados mediante informes exclusivamente textuales. La introducción de esta información en un Sistema de Información Geográfica (SIG) redundaría de forma inmediata en una mayor eficiencia de la ayuda al poder representar esta información de manera gráfica, y facilitar la realización de análisis y operaciones complejas, como por ejemplo diseñar la totalidad del sistema de abastecimiento de agua desde el propio SIG.
Su uso en cooperación, al igual que sucede con cualquier nueva tecnología, a pesar de ser sobradamente rentable a largo plazo tiene dificultades de introducción elevadas y de no realizarse bien puede hacer fracasar el proyecto. Mantenerse dentro de la filosofía de la TpDH facilita la consecución de los objetivos del proyecto.
La motivación central de la TpDH es el reconocimiento de la necesidad de la orientación del progreso tecnológico a la promoción del desarrollo humano. Es el resultado de combinar la tecnología como hecho cultural, con el concepto del desarrollo humano, es decir el "proceso de ampliación de las opciones de la población" . La TpDH iría por tanto más allá de lo que tradicionalmente se entiende por Tecnología Apropiada (TA). Si la TA presenta las siguientes características generales:
La evolución del concepto de TA hacia TpDH está relacionada con la propia evolución de la definición de Desarrollo Humano, que ahora contempla el aspecto de la Ciudadanía Global. Todos las personas usuarias de nuevas tecnologías deben ser consultadas, a fin de analizar cuáles son sus necesidades, si la nueva tecnología es realmente adecuada, quién se beneficiará, quién la controlará y velará por su mantenimiento, y qué impacto socio-económico tendrá. Especial atención debe prestarse a los colectivos tradicionalmente excluidos, como las mujeres, evitando que su voz quede silenciada.
Por tanto, es necesario que los procesos de desarrollo incorporen el aumento de las capacidades de generación / reconfiguración del conocimiento, evitando así la dependencia de los que las detentan. Además, para que el desarrollo sea humano, es necesario que tanto ese proceso como el conocimiento en sí mismo permitan y faciliten ganar libertad y autonomía, tanto de forma individual como colectiva.
Cuando un proyecto incluye alguna componente software, la única forma de que se pueda considerar como una “tecnología para el desarrollo humano” es que se empleen aplicaciones de Software Libre.
Se considera Software Libre a aquel que otorga a los usuarios cuatro libertades:
El empleo de Software Libre potencia que no se creen dependencias económicas ni tecnológicas. Permite que puedan aparecer a nivel local emprendedores que proporcionen servicios relacionados con la herramienta, evitando que se generen dependencia de un único distribuidor.